domingo, 11 de abril de 2010

MIEDOS INFANTILES

A menudo, los niños comienzan a sentir miedos y terrores nocturnos. Les cuesta dormir, tienen pesadillas, están intranquilos, desean continuamente la compañía de los padres y bajan el rendimiento escolar. Es frecuente también observar que el miedo, puede hacerse extensivo fuera del ambiente familiar, es decir, en la calle y en colegio, también experimenta terror e inseguridad. Ante estos síntomas, debemos alertarnos, ya que puede estar desarrollándose el inicio de una fobia infantil. Las fobias, se caracterizan por los síntomas que hemos citado anteriormente, aunque las fobias suelen ser muy específicas: miedo a dormir solo, miedo a la oscuridad, a salir a la calle, a los animales, a las tormentas, a los insectos e incluso, miedo al padre. La etiología o causa, debe buscarse a nivel inconsciente, ya que suelen producirse en un momento concreto en el desarrollo psicoemocional y psicosexual del niño. Las fobias, acompañadas de los miedos, pueden parecer a ojos de los adultos, carentes de sentido y sin embargo, no debemos restarles importancia pues son el inicio de un trastorno en el desarrollo de la personalidad del niño que luego tiene consecuencias mayores en los aspectos cotidianos de su incipiente vida. Por esto mismo, ante cualquier miedo o inseguridad infantil, hay que darle la importancia que tiene y acudir a un especialista en niños. Para ello, el psicoanálisis es la terapia más completa para analizar y trabajar los aspectos inconscientes en la personalidad infantil. Una fobia infantil no requiere más de dos o tres encuentros al mes, junto a unas pautas que se le dan a los padres, permite resolver el problemas en un espacio breve e tiempo.

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