sábado, 18 de febrero de 2012

LOS TRASTORNOS MENTALES: UN MECANISMO DE DEFENSA


Mis últimas investigaciones sobre los trastornos mentales en adolescentes y adultos, confirman que la enfermedad mental no viene desde el pasado, sino desde el futuro. Hasta ahora se había hecho mucho hincapié en analizar los hechos pasados relatados por el sujeto y relacionarlo con su dolencia actual. Había muchos cabos que no lograban atarse, entre ellos cómo el sujeto, siendo consciente de las circunstancias que podían haberlo enfermado, no lograba modificar la mayor parte de sus síntomas. El análisis de la infancia, permite establecer las bases de la personalidad, de manera que sobre la misma, se construirá la futura personalidad. Durante dicho proceso, la persona va pasando por etapas ante las cuales aparecen miedos, fantasías, inseguridades que pueden condicionar de manera inconsciente el desarrollo evolutivo del sujeto. Podemos afirmar que no es tanto la realidad lo que enferma a la persona, sino las fantasías sobre la futura realidad que tiene la persona. De hecho, la mayoría de los enfermos mentales o personas con trastornos, su vivencia de la realidad casi nunca coincide con la misma y sin embargo, hay un mundo interior de pensamientos, sentimientos que se hallan en relación más con las fantasías que con la realidad. Podríamos decir que las personas, enferman por fantasear demasiado. Y las fantasías tienen que ver con hechos o etapas de la vida que el sujeto sabe que tendrá que atravesar y que le producen algún tipo de miedo y de inseguridad. Tal es así que la enfermedad o el trastorno mental, seria una reacción a un hecho futuro que la persona fantasea que le sucederá y ante el cual, siente verdadero temor, miedo o inseguridad. El trastorno mental sería un modo de frenar o detener la llegada de dicho hecho futuro: enfermando no hay posibilidad de afrontar dicho hecho. Entonces, la enfermedad mental sería un mecanismo defensivo frente a algo que la persona no sabe cómo afrontar. Vamos a tratar de ir explicando la mayoría de los trastornos mentales desde esta perspectiva de hecho futuro, por ejemplo, el trastorno depresivo. ¿ Estamos seguros que una depresión puede acontecer por la aparición de un hecho doloroso o traumático? El hecho doloroso, por ejemplo, una muerte o una separación, sería un punto de arranque sobre el cual se añade el hecho futuro que verdaderamente perturba a la persona, es decir,  la sapiencia de la muerte de uno mismo. En la depresión se ha descubierto, que al dolor por la muerte de un ser querido, se le suma el dolor por la muerte futura de uno mismo, de manera que el depresivo, está triste porque sabe que se va a morir. En el hecho en sí de ver muerto a un ser querido, toma conciencia de su propia muerte venidera y justo ahí, enferma de tristeza y apatía. De manera consciente, él no sabe que se va a morir pero algo de él sabe que si va a morir. Y en la depresión, la persona se entrega a esa muerte venidera. Se da por muerto, su vida no tiene sentido, se despreocupa de los vivos. Es su manera de detener la vida al saberse muerto. En la depresión, la persona escenifica su futura muerte, siendo a la vez presencia y ausencia de la vida.

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