lunes, 30 de julio de 2012

EL MIEDO COMO SINTOMA EN EL TOC

Muchos toquianos padecen un miedo irracional a sus pensamientos. No sólo por la moral coercitiva que opera sobre ellos, sino también ante hechos nímios y carentes de importancia. El toquiano, tiene atrapado u ocupado su "yo" por una moral impositiva llamada " superyo" y otra parte, quizás la más conflictiva para el " yo" que es el "ello" o el inconsciente. No existe otra etiología ( causa ) del toc que no sea la sexualidad infantil reprimida. Estos aspecto, tiene el inconveniente que pueden llegar a rozar la perversidad, pues los niños, tienen una sexualidad polimorfa perversa- hay goce en todo, sin importarles la moral-. Hay un goce demás en el toquiano. La intensidad de sus deseos infantiles, es tan grande como la de su represión. Todo toquiano es una " reprimido de su sexualidad infantil". Y el miedo, que es del orden de la conciencia, es a la sexualidad infantil inconsciente. El miedo, también es una respuesta a la conciencia social y familiar del superyo. Solo si tiene miedo, no se atreve a llevar a cabo semejantes deseos. Solo si tiene miedo, puede reprimir duramente los mismo, aunque le lleve un agotamiento de energía. La conciencia moral, es castigadora, porque el toquiano, vive dentro de una cárcel impuesta por su moral como respuesta a todo intento de libertad. Hay en el toquiano un pensamiento imaginario donde cree que puede llegar a satisfacer toda su sexualidad. Pero si de algo está protegido, es del homicidio, del suicidio y de la esquizofrenia. Un toquiano jamás podrá matar, suicidarse o volverse loco, porque su patología está al servicio de negar al otro, aún sabiendo que existe. Si goza del otro, luego sentirá culpa. Su mecanismo mental le llevará a deshacer lo que hizo pagando el precio que el superyo le exija. El yo, queda invadido por los pensamientos que tienen un disfraz y que ocultan dicha sexualidad infantil y a su vez también está invadido por el superyo que trata a toda consta de que dichos deseos no se lleven a cabo. El psicoanálisis, lo que logra llevar a cabo es devolverle al yo su espacio y libertad. Recociliándolo con su parte inconsciente, ya no es necesaria la vigilancia estricta del superyo. Dicha reconciliación consiste en ir poniendo en contacto al yo, con la parte reprimida inconsciente para que lejos de asustarse, pase a una aceptación de la existencia de dicha sexualidad infantil con la cual es dificil la convivencia. Para todos aquellos que dicen que el psicoanálisis no cura el toc, es porque no quieren aceptar que lo que es enfermó es su sexualidad infantil reprimida: es decir, los deseos sexuales con la madre, homosexuales con el padre, sadismo con los hermanos, etc...

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